Con todo lo que está pasando en el mundo en la actualidad, la importancia de asegurar el stock de los productos que los consumidores buscan es ahora más importante que nunca, y ya sabemos que la mejor manera de gestionar el mix de productos es a través del proceso de planogramación, pero la implementación de cambios de planogramas (revisión de categoría, optimización de sutido, In & Outs, etc) siempre ha sido un desafío.

Conseguir que se implementen los planogramas puede ser problemático

Los planogramas son esenciales para que los retailers gestionen este proceso, sin embargo la implementación del planograma no siempre resulta como sus creadores pretendían: tamaños incorrectos, planogramas obsoletos, o incluso el planograma incorrecto puede haber sido impreso, peor aún, puede haber sido implementado!.

Cuando esto sucede, el gerente de la tienda o el capitán de categoría pueden tener que lidiar con las consecuencias que podrían terminar dañando la relación entre los gerentes de la tienda, los proveedores o los capitanes de categoría.

Entonces, ¿por qué los planogramas a menudo no se implementan?

Mucho tiempo y esfuerzo se dedica a la creación de un buen planograma, pero con demasiada frecuencia pasamos por alto a las personas que en realidad tienen la tarea de implementarlos!

Hay una serie de razones por las que esto sucede, pero las más comunes suelen estar relacionadas con problemas de comunicación;

• No sabía acerca del planograma, "nadie me dijo que había un nuevo planograma"
• Los correos electrónicos terminan no siendo leídos o terminan perdiéndose en la larga lista de correos electrónicos diarios
• El personal no está seguro de qué versión de planogramas deben estar implementandos
• La impresora no funciona o se ha quedado sin papel o tinta
• Los planogramas a menudo se imprimen en impresoras B&N que pueden ser difíciles de leer
• Puede ser difícil obtener comentarios sobre lo que ha funcionado o no ha funcionado
• El acceso a planogramas es limitado y depende de tener acceso a una copia impresa

Los retailers no pueden permitirse el lujo de poner ciegamente su fe en sus tiendas o socios proveedores para ejecutar los planogramas, deben comprobar rutinariamente que los planogramas están alineados con los acuerdos a nivel categoría o proveedor, por ejemplo, cantidad de frentes, participación de espacio, ubicación de productos, etc.