El nivel de detalle, así como la cantidad de vistas del producto, frontal / lateral / superior / 3D / … obviamente depende del tipo de producto. Para un paquete de pañales, lo más probable es que el frente sea suficiente, pero para un bolso o cámara fotográfica se requerirán múltiples vistas.

Además de una “imagen general” en un tamaño pequeño para cargar rápidamente, puede ser necesario tener imágenes más grandes y de alta calidad que permitan al usuario ampliar los detalles.

Por lo tanto, es importante elegir el formato correcto. Para los sitios web, a menudo se prefieren las imágenes pequeñas que permiten que la página se cargue rápidamente, pero puede haber situaciones en las que se requiera una imagen de alta calidad, de modo que el consumidor pueda ampliar todos los detalles. Y para productos impresos como un folleto de catálogo, se aplican nuevamente otras reglas.

Dependiendo de sus requisitos, haremos las fotos correctas. Y también estaremos disponibles para comunicarnos con las personas “técnicas” detrás de su sitio web o catálogo para asegurarnos de que las imágenes se entreguen de la manera más eficiente posible.

Dependiendo de la aplicación, la web o la impresión, y el enfoque que seleccionó, es posible que desee imágenes con diferentes tamaños para reflejar las diferencias en el tamaño del producto. O tal vez es crucial que todas las imágenes tengan exactamente las mismas dimensiones para una visualización consistente.

De cualquier manera, lo que mejor se adapte a sus necesidades, podremos realizar las entregas.

Antes de comenzar el proyecto, también discutimos si la imagen debe recortarse en los bordes del producto o si debe haber un borde alrededor. ¿Y cómo quieres el fondo? 100% blanco, transparente o tal vez de otro color? 

Nuevamente, adaptaremos completamente nuestro trabajo a sus necesidades.